Fuente: dpa | 20/09/2010
Ciudad de Panamá, (dpa) - La directora ejecutiva de la gubernamental Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), Alida Spadafora, denunció hoy contaminación por la actividad minera al noroccidente de Panamá, y exigió al gobierno que haga cumplir las leyes ambientales.
Spadafora dijo a dpa que un estudio de agua y sedimento en zonas donde opera la mina de oro de la empresa Petaquilla Gold, S.A, en el distrito de Donoso, en la provincia de Colón, reveló trazas de plomo y arsénico, así como un gran turbiedad, que son "señales claras" de contaminación y deterioro.
La región es rica en yacimiento de oro y cobre, pero también en biodiversidad. Sus selvas, montañas y arroyos son considerados un valioso patrimonio nacional para la población.
Spadafora indicó que ANCÓN y el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) comparten la preocupación por las revelaciones de un estudio efectuado el 21 de agosto por el laboratorio Aquatec, S.A, con muestras tomadas en los ríos Turbe, Molejón y San Juan, cercanos a la mina de oro.
Advirtió que "hay un notable incremento de la erosión y la consecuente sedimentación de los ríos, además del riesgo de los posibles contaminantes contenidos en las pilas de desechos y la tina de relaves, producto de la escorrentía".
La elevada turbiedad en el agua "va alterando el ambiente de manera severa", y es necesario que el gobierno intervenga para garantizar la salud de las poblaciones ribereñas, de conformidad con el Artículo 118 de la Constitución Nacional, dijo la ambientalista.
Al respecto, subrayó que es "incomprensible" que la minera haya incumplido el 40 por ciento del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y que el Plan de Riesgo que presentó únicamente contenga subtítulos y nada de contenido, por lo "el gobierno jamás debió haberle autorizado la explotación" de minerales, recalcó.
Spadafora sostuvo que ante las reiteradas denuncias de moradores de comunidades cercanas, a causa de la mortandad de peces y otras especies, por el presunto derrame de cianuro, los activistas ambientales continuarán el monitoreo y vigilancia sobre las minas.
En el área opera, además, Minera Panamá, empresa panameña integrada con accionistas canadienses. Según Spadafora, esa compañía presentó a las autoridades ambientales un "voluminoso, completo y complejo estudio", que está en trámite de ser admitido.
La directora ejecutiva de ANCON destacó que la minería a cielo abierto tiene una mala reputación en Latinoamérica, lo que obliga a los ambientalistas a vigilar toda la región minera, para la prevención de potenciales daños al ecosistema.
http://www.elpais.cr/articulos.php?id=32553
martes, 21 de septiembre de 2010
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